Desde Biobío se diseñó una pizarra que además de escribir, les permita a los niños moverse, debatir, formar grupos en cualquier asignatura.
“Las necesidades educativas del siglo XXI exigen nuevos espacios no solo desde un punto de vista metodológico, sino también arquitectónico y del diseño”, reflexiona Evelyn Larraguibel, diseñadora industrial encargada de la creación del mobiliario para Future Edu Space, un proyecto de la Universidad del Biobío que tuvo por objetivo diseñar un espacio de aprendizaje creativo, confortable y sustentable.
UN NUEVO ESPACIO EDUCATIVO
La iniciativa -desarrollada entre 2020 y 2022- reunió a distintos profesionales como arquitectos, docentes, psicólogos y especialistas en educación que dieron a conocer sus principales inquietudes que tenían en torno al aula de clases.
Así, a partir de los desafíos declarados, Evelyn llevó a cabo un proceso creativo para solucionar las problemáticas planteadas. “Evaluamos crear elementos como sillas, mesas y diferentes mobiliarios que deberían estar en una sala de clases hasta que finalmente concluí que no había mucha relevancia en diseñar estos elementos, porque lo que queríamos era que los estudiantes no estuvieran sentados todo el día”, cuenta la directora de Vez Diseño.
De esta forma llegó a la idea de crear pizarras móviles que cumplen una serie de funciones además de poder escribir sobre ella.
PIZARRA/ MESA/ AISLANTE
La pizarra, explica la diseñadora, tiene cuatro grandes atributos. “Por un lado es una pizarra que se puede usar de manera convencional, con un plumón borrable, pero por detrás tiene un panel acústico, hecho de una lámina de corcho que permite aislar del ruido”, indica Evelyn.
De esta forma, el elemento está pensado como un separador de ambientes y atenuador de ruido, lo que permitiría a los niños formar grupos de trabajo separados por una o más pizarras, pues la idea del proyecto es que haya varias presentes en el espacio educativo.
El elemento, fabricado en madera, principal materia prima de la Región del Biobío, “también tiene un dispensador de papel para que los niños puedan hacer laminas, origami, presentaciones y todo lo que pueda hacerse con papel. Además, la misma pizarra se transforma en mesa sobre la cual se puede escribir”, señala la diseñadora industrial, destacando la versatilidad del producto que le permitirá a los estudiantes usarla como una herramienta de aprendizaje y de trabajo.