Llevar la sala de clases al exterior
Con el objetivo de poner en valor entornos naturales inmersos en el área urbana, Ricardo Azócar Ulloa y Carolina Catrón Lazo -fundadores de la oficina penquista de arquitectura Azócar&Catrón- crean proyectos para habilitar espacios en desuso convirtiéndolos en lugares de encuentro y cohesión social.
Esto incluye recintos educacionales donde han llevado a cabo instalaciones que transportan la sala de clases al exterior.
Aprender de la naturaleza
Es lo que ocurre con Banca Infinita I, primera de una serie de tres, ubicada en el Jardín Botánico Alejandro Merino del Liceo de Hombres de Concepción, con vista hacia calle Aníbal Pinto, un lugar que veía la pareja de arquitectos y “notábamos que tenía mucho potencial, pero estaba siendo relegado en el mismo colegio”, cuenta Ricardo.
Para resolver esto, y otras inquietudes de la comunidad escolar, crearon esta banca circular de 14 metros dispuesta entre las cerca de 60 especies arbustivas y arbóreas que hay en el patio, generando un entorno de aprendizaje en contacto con la naturaleza.
Espacios de juego
Este proyecto, realizado en 2018, “evoluciona”, en una nueva serie pensada en los más pequeños Pabellón de juegos I y II, ubicados en dos escuelas rurales de la comuna de San Rosendo: Escuela Turquía y Escuela Los Callejones.
“Estas están pensadas para que los y las alumnas pudieran saltar y subir, con una red de seguridad para que no se caigan o para que jueguen en ella”, describe Carolina.
Cemento no es impedimento
Distinto, pero también vinculado al ámbito escolar, fue el proyecto Jardín Interior, ubicado en el Liceo Fiscal de Niñas. “Ahí ocurría un contraste con lo anterior, porque en el liceo no hay árboles, ni vegetación, entonces nuestra idea era llevar un jardín a este espacio que era totalmente duro”, cuenta Carolina.
Así, diseñaron esta “habitación verde desarmable, hecha de puros atriles de acero, de forma que si se desarmaba se pudiera reutilizar ese material”, complementa Ricardo.
“Para nosotros la arquitectura tiene la capacidad de detonar actividades en estos lugares y también de denotar esos paisajes”. reflexionan los arquitectos.


