El hall de doble altura y sus grandes ventanales conectan los diferentes espacios, otorgando fluidez y continuidad en la vivienda.
La iluminación natural y los focos nocturnos orientados a los muros destacan el volumen y la textura de la piedra como revestimiento típico de barrio.
En un entorno de naturaleza, bosques, tranquilidad y silencio de Fundo El Venado, en San Pedro de la Paz, se encuentra esta obra del arquitecto Cristian Verdugo. Al observar la casa desde afuera, el volumen cúbico cobra protagonismo por su ubicación y contraposición.
Luego de pasar a través de una escalera de acceso en el antejardín, el hall impacta por su doble altura e invita a observar la lámpara colgante y el imponente cuadro abstracto de uno de sus muros. Es inevitable elevar la vista y esperar descubrir la casa desde otro ángulo más tarde.
Cada espacio interior se ilumina y dialoga constantemente con el paisaje verde a través de ventanales configurados en gradas de buque; aunque tiene otros espacios como el living, la sala de estar del primer piso y el comedor, que cuentan con vista al cuidado jardín con flores y al prado, la terraza, la piscina y el quincho. Destacan los nichos en obra, con sus estanterías y muebles como parte de los muros construidos a la medida de cada lugar, indica el arquitecto. Se encuentran en diferentes espacios del hogar, con texturas y materiales diversos, usos prácticos para la cotidianidad y también ornamentales y estéticos, imprimiendo un estilo acogedor y único destacado por Verdugo.
La amplitud de la cocina permite continuar la conexión con el paisaje a través de su gran ventanal. Este es un lugar para el encuentro de la familia, indica. El comedor diario reúne en torno a la comida, para comunicarse y habitar la casa desde este espacio cotidiano y cómodo. Así fue creada en conjunto con sus propietarios, comenta.
ESPACIALIDAD Y CONTINUIDAD DE LOS ESPACIOS
El hall de doble altura conecta los distintos niveles y, desde el segundo piso, se extiende la visión al resto de la casa, dándole fluidez, apertura y continuidad espacial. Al subir se percibe la amplitud y se observa el acceso desde un nuevo punto de vista. Los trazos del cuadro en blanco y negro cobran otra dimensión y parecen conversar con la lámpara colgante de los mismos tonos. Este es el espacio más trascendental, señala el arquitecto, indicando hacia abajo desde la baranda.
Aquí se descubre un ambiente más Íntimo, ya que hay otra sala de estar para la familia, las habitaciones y sus baños. Los centros y marcos de las puertas son parte de los muros, sin cortes de pintura. También hay muebles en obra, adecuados a diferentes usos. La orientación del dormitorio principal y sus ventanales apuntan a la vista de la desembocadura y el bosque. Continuamente se rescata el paisaje y así se configura el volumen armónico de la construcción.
EL PROTAGONISMO DE LA LUZ
Durante el día, el hogar se ilumina de manera acogedora y en plenitud gracias a los grandes ventanales y claraboyas, en fusión constante con el entorno natural y la calidez del sol.
De noche, la luz artificial hace resplandecer la casa, con las luces dirigidas hacia los muros, destacando el volumen y su textura rugosa. Las escaleras de acceso exterior y las interiores para recorrer todos los niveles, también cuentan con luces peldaño a peldaño, lo que además de otorgar una mejor visión de noche, les da personalidad y las convierten en una agradable e inolvidable experiencia.