CASA WILHELM
UN MONUMENTO NACIONAL LLENO DE MISTICISMO
Al pie del Cerro Caracol y mirando de frente a la expansiva ciudad permanece, incólume, vistosa e imponente, la emblemática y mítica Casa Wilhelm. Sobreviviente de terremotos, demoliciones y cambios socioculturales que han desvanecido una parte importante del patrimonio regional, la Casa resiste el paso de los años con gran parte de su materialidad y arquitectura original aún intacta. Se dice que dicha resistencia proviene, en cierta medida, de su particular construcción sobre la roca madre del Cerro Caracol; el cual ha sido considerado, además, un hito geográfico de la ciudad de Concepción.
La Casa de tres niveles fue diseñada por el arquitecto Arnoldo Michaelsen Tribian a inicios del siglo XX y perteneció, en un principio, al dentista penquista Alberto Fryederup. Pero fue el médico cirujano Ottmar Wilhelm quien, en 1924, concluyó esta obra arquitectónica influenciada por los cánones y estilos clásicos europeos que armonizaban la madera y la piedra dentro de un mismo diseño. En ese sentido, el arquitecto Carlos Inostroza observaba que la Casa “tiene líneas eclécticas con influencias de la arquitectura tradicional alemana y las corrientes Art Decó de la época”.
Pocas obras penquistas han logrado resistir el paso del tiempo con la elegancia, el misticismo y la funcionalidad con que lo ha hecho la Casa Wilhelm: una estructura arquitectónica que, además de constituir un ornamento esencial del concurrido Parque Ecuador, ha sabido conservar su propia memoria en tanto ícono arquitectónico de la ciudad de Concepción.