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La arquitectura de Pedro Caparrós en Concepción

 
El arquitecto regional nos cuenta sobre sus elementos en común y su último proyecto, el Paseo Inmaculada.

En los proyectos de Pedro Caparrós Manosalva, la presencia y protagonismo de la luz y color es una constante, no solo en el diseño de sus casas, sino en otro tipo de edificios en los que ha trabajado y se encuentran insertos en la ciudad, como el Edificio Torre del Este, en Avenida Chacabuco; el Centro Médico Cardimed, en calle San Martín; y los nuevos edificios del Lycée Charles de Gaulle, Colegio Inmaculada Concepción y las Madres Dominicas, tres de los establecimientos educacionales más grandes de Concepción.

A estos se le suma la primera etapa del Paseo Inmaculada, (inaugurada a fines de 2021), un proyecto que el arquitecto -egresado de la Universidad del Bío-Bío y oriundo de la ciudad de Los Ángeles- está desarrollando en el antiguo Colegio Inmaculada Concepción, un edificio que data de la década del 60, y que forma parte del legado de dos premios nacionales, Emilio Duhart y Roberto Goycolea, precursores de la arquitectura moderna en Concepción.

RESCATAR MEMORIA

Toda una cuadra, desde Aníbal Pinto a Colo Colo, por calle San Martín, abarcaba el colegio de la congregación. El deterioro producto de los años y del terremoto del 2010, llevó a su demolición, pero una parte de él -el edificio de Aníbal Pinto- tenía condiciones para mantenerse en pie, por tanto “lo primero que planteamos fue recuperarlo, ya que arquitectónicamente era muy importante y permanecía en la memoria colectiva y en la historia contemporánea de la ciudad”, cuenta Pedro, decisión que finalmente contó con la aprobación, y la apuesta urbana de los propietarios y gestores de ese proyecto, la Inmobiliaria Madesal.

Fue así que se decidió poner en valor esta construcción otorgándole una nueva función y usos que le dieran actividad y conexión con la vida urbana, para lo cual se solicitó la asesoría de la arquitecta Verónica Esparza, quien realizó su tesis doctoral con la obra de Emilio Duhart en Concepción.

“Ella hizo un catastro completo donde se analizaron los valores arquitectónicos y principios estructurales y formales que rigieron la construcción de la obra original, los cuales intentamos recuperar, reconstruir y mantener”, relata el arquitecto. También, se contactaron con las familias de Duhart y Goycolea, accediendo a información privilegiada, fotos y croquis originales, lo que permitió recrear mobiliarios, lámparas, colores y formas, además de facilitar la reconstrucción del cuarto piso que había sido demolido años antes, pudiendo así cerrar el volumen del edificio en su imagen formal original.

COLORES Y FORMAS ORIGINALES

“Entre muchos elementos, mantuvimos la fachada urbana reconocible, las modulaciones, las transparencias, los revestimientos propios de la época, el hormigón visto y las teselas que logramos recuperar con mucho esfuerzo”, detalla el arquitecto orgulloso, recordando la gestión hecha en México para conseguir las piezas faltantes de este gran mosaico amarillo que reviste parte de los muros del edificio. 

 

Estas se pueden apreciar en el Café Baqué que hoy ocupa parte del primer piso, el cual se ubicó especialmente allí para cumplir uno de los propósitos del proyecto, llevar nuevos usos para generar espacios transparentes, transitables y reforzar la idea de integrar el edificio a la trama de relaciones urbanas de la ciudad.

Al amarillo de las teselas se le suman los cristales rojos de la fachada por Aníbal Pinto, que reemplazaron las placas de color en tonos opacos, sobrios, que eran reflejo de espacios cerrados, muy privados, propios de un colegio de monjas, en cambio ahora “la fachada se ve viva, dinámica, sobre todo en la tarde noche”, destaca el arquitecto.

Esta es solo la primera etapa de un proyecto mayor que aún está en proceso de diseño y que Pedro continúa rayando, dejando fluir su imaginación y decidido a que sea un espacio que potencie el centro de Concepción. 

VIVIENDAS Y DIMENSIONES  

En sus 30 años de trayectoria, hay elementos en común que aparecen no solo en proyectos como el mencionado anteriormente, sino que también se pueden apreciar en el diseño de sus casas. Para el arquitecto, una vivienda es el reflejo de las historias de quienes la habitan, por esto es importante que sus ambientes estén conectados, concibiendo a cada uno de estos como dimensiones espaciales.

Esta conexión -donde involucra, además de las tres dimensiones físicas reconocidas, una cuarta relacionada con el tiempo- la logra a través de ventanas internas, “que tienen la capacidad de identificar que algo pasa, generar presencia y permanencia, aunque no se muestren 100% transparentes”, detalla. 

Así, en sus diseños y rayados aparecen lucarnas y ventanas con diferentes texturas, colores, formas y tamaños que permiten la entrada justa y calculada de la luz. “Son ventanas que no ven hacia el vecino, sino hacia donde se puedan relacionar y reflejar los espacios propios de la vivienda que requieren comunicarse, ya sea por insinuación, luz o color”, explica Pedro. 

A continuación en la galería de fotos podrás ver fotografías de viviendas diseñadas por el arquitecto. En ella se aprecia el uso de ventanas en los techos y en fachas en formas y ubicaciones 

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