concepción se abre a nuevas tecnologías

   Interzum, uno de los principales eventos internacionales dedicado a la industria del diseño y la construcción de interiores, se transformó en el escenario privilegiado de arquitectos, diseñadores, fabricantes y especificadores durante los días 9 y 12 de mayo en Colonia, Alemania. Casa Diseño tuvo el privilegio de visitar el exclusivo espacio de la feria —que promueve las tendencias, la eficiencia energética, la comodidad y la conveniencia— para conocer de cerca el avance de conceptos innovadores y frescos que harán frente a los desafíos constructivos del futuro. Cerca de 1600 expositores y 62 mil visitantes profesionales de 150 países formaron parte de esta experiencia comercial única que inspira a rediseñar el entorno de manera lúdica, pero también de forma responsable con el medio ambiente. El arquitecto Edmundo Villouta Poblete, fundador de Casa Diseño, nos comenta sus recientes vivencias en el evento.  

   ¿Cómo conoce y llega a Interzum?

   Hasta hace muy poco yo no sabía muy bien de qué trataba Interzum. Fue durante la Feria de Milán, el año pasado, que varios colegas y empresarios del rubro me recomendaron este evento y me comentaron sus diferencias respecto a otros del mismo tipo. Pude notar entonces por mí mismo que —a diferencia de otras ferias que tienen el foco principalmente en el diseño y que, por tanto, están pensadas para diseñadores o clientes finales— Interzum es una feria donde exponen los fabricantes directos de piezas, componentes, maquinarias, revestimientos, enchapes, laminados, herrajes, mecanismos, anclajes, herramientas de corte y otros productos para la fabricación y la construcción de mobiliario en general.

   Se abre todo un mundo de posibilidades…

   Claro, la feria te permite interactuar con la infinidad de materiales, terminaciones, colores y texturas que hacen parte de cada producto. En cada nueva edición de este evento, además, se lanzan líneas novedosas al mercado, soluciones y tendencias que van llegando pero que aún solo existen como prototipo y avance de lo que vendrá en el futuro. Este es un espacio que, finalmente, te ayuda a visualizar para dónde va el mundo y el mercado en cuanto al rubro de la construcción, los materiales y el diseño. Y, asimismo, brinda la posibilidad de llegar a los fabricadores, vendedores y distribuidores de manera directa, al origen de cada producto, marca o elemento: cosa muy difícil de lograr en otros contextos y espacios.

   ¿Cuál es el mayor aporte que destacaría de Interzum?

   Sin duda alguna, el mayor beneficio de participar en este tipo de eventos son los contactos y vínculos comerciales que se generan. Para mí, como arquitecto y empresario de la construcción, esto resulta fundamental a la hora de crear las condiciones necesarias antes de traer a Chile aquellos productos y materiales que nos llama la atención incluir en nuestros proyectos y que hoy no se encuentran disponibles en el mercado nacional. En Interzum no se vende el producto, sino que se hace el link directo entre los proveedores y los clientes y se inician las conversaciones correspondientes para la posterior solicitud de los materiales. La moneda de cambio sería, en este caso, las tarjetas de presentación de ambas partes.

   ¿Qué factores limitarían estos procesos comerciales?

   Una de las cosas que más nos limita es el tema de los volúmenes y de los precios. Como se trata de los fabricantes directos, ellos establecen las cantidades mínimas de compra por cada producto; y al tratarse de gigantes en la industria, esos límites suelen resultar altísimos. Los costos asociados a estos procesos igual aparecen como un tema siempre complejo ya que en Europa los productos, materiales o mecanismos —que, además, son de vanguardia— suelen tener precios mucho más altos que en nuestro mercado nacional. Y esto implica que el costo del proyecto se dispare. Entonces hay que buscar opciones que, además de ser sofisticadas, modernas e interesantes, sean accesibles y pagables en el mercado chileno.

   ¿Volvería a Interzum?

   Sí, definitivamente. La posibilidad de llegar a concretar un negocio, eventualmente, es única. Tengo que admitir que me sorprendió muchísimo la feria, su concepto, su génesis, su perfil. Allí se encuentran tanto diseñadores y arquitectos, como representantes de la industria constructiva y fabricantes que buscan y ofrecen soluciones modernas e innovadoras para todo tipo de procesos de fabricación. Se trata de proyectos muy avanzados que uno consideraría casi como irreales, pero que existen y que son accesibles. Es un evento mundial al que se le puede sacar mucho provecho y mucho aprendizaje. Queda, además, en el archivo fotográfico personal y en la retina como una experiencia irrepetible e impagable.